octubre 16, 2009

Fragmento extraído de un diario íntimo (futuro), cuya autora sólo firma "Sobreviviente"


Cuando era joven -tenía apenas diecinueve años-, trabajaba en una antigua red -”Internet”- en un sitio denominado Cohetes-intimos.blogspot.com


Lunes
Debía escribir continuemente para mantenerme actualizada a mí misma, pero a veces se me hacía pedregoso; tenía tanto que contar y de tantas formas que nunca sabía por dónde empezar, además de que me gustaba guardar mis experiencias para mí misma. Así que muy rara vez lo hacía.

Los días martes -el calendario era el mismo que ahora (Arqueología)- me levantaba con anticipación llena de ideas (Sed de ideas, ¿qué hacemos con este mundo?); me ponía frente a un arcaico aparatejo al que le decían ordenador, o computadora, según los países -existían “países” divididos por “fronteras”, pero ese ya es otro tema- e iba viendo cómo desaparecían, una a una, aquellas ideas; hasta una vez escribí sobre el vacío terrorífico de lo que todavía se llamaba “página” (ver diccionario), y, en este caso, “página en blanco”.
Así, y sin decir absolutamente nada relevante fue que inicié mi diario íntimo (futurista), sólo quise asentar la idea, ya habrá tiempo para retroceder de nuevo, siempre lo hay...
Sobreviviente.

julio 05, 2009

ENVÍO:


VI
Escribir no es tan difícil.

No necesitas de experiencia ni de un poder innato para hacerlo.

Elementos: papel, carbón tipo plástico derretido, paciencia, un sentimiento: alegría, ilusión, deseo, dolor en el pecho y la espalda, nudo en la garganta y los ovarios, tristeza (. . .)

Sugerencias: si no sabes cómo empezar, busca una frase en un poema que te guste y tómala como base para hacer el propio.

Utilidades: desahogarte, darte cuenta de lo que realmente te pasa (plano tridimensional), decir cosas que no te animas, demostrar a alguien cuánto lo quieres cuando las palabras no bastan, etcétera y muchas más.


Ahora les habla Quillo Grillo: ¿Y si las palabras no bastan, para qué agregar más palabras?


Buscando y buscando, me encontré con un decálogo para narradores cuyo autor merece el más cumplido de mis respetos: es, ni más ni menos, que Juan Carlos Onetti, el genial escritor uruguayo (Onetti, novelista de las sinrazones de la vida). Tampoco enseña a escribir poemas -ni cuentos-, pero vale para todo el que dibuje letras sobre la inocencia del papel.


El decálogo de Juan Carlos Onetti:

1. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.

2. No intenten escandalizar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.

3. No traten de complicar al lector, ni buscar, ni reclamar su ayuda.

4. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en el dulce amor o en el deseo sexual hecho persona. Ni siquiera en el lector hipotético.

5. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro silencioso e implacable que llevamos dentro y no es posible engañar.

6. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.

7. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, ahora son genios!

8. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran cinco?

9. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.

10. Mientan siempre.


Luego de mis abrazos y saludos, es decir en este, casi en este momento, ya deben dejar de leer, porque escribo el inicio de nuestro poema, que no deben leer -al final, voy a hacer una aparición estelar, yo que nunca aparezco. Listo, ya no lean…


Se irá desvaneciendo cada línea que escriba

no quedará ninguna

cuando vea tus ojos aparecer en el papel . . .

julio 03, 2009

Como el agua va subiendo poco a poco


V

He estado aprendiendo a conducir mi vida entera, pero
prefiero la paz del asiento de atrás. No tengo que conducir, no tengo que
hablar, puedo mirar solo un lado de la ciudad y hasta puedo caer dormida. Se derrite la calle debajo de tus pies. . .
 

junio 29, 2009

La pregunta es: ¿Me dará tiempo de todo?


III

Cohetes.

Hay un momento en la vida de todo hombre en el que se deja barba y bigote. Hay un momento en la vida de toda mujer en el que... ¿qué?